Su espíritu parte de una vida enraizada en la Palabra de
Dios; de los documentos eclesiales y de una ferviente oración.
El evangelio en el que apoya su vida y trata de inculcarnos
es el evangelio de Mateo 6, 25ss.
Se sumerge en la admiración a Dios que le lleva a adorarlo,
a buscar su rostro y a servirlo con locura.
Todo para mayor gloria de Dios y bien de los hermanos (Rom.
8,28)
Como María realiza todas las cosas a la luz de la Palabra de
Dios, descubre la Providencia en su propia historia y acontecimientos del
mundo.
Dócil al Espíritu y atento a la vida y sensible a las
necesidades espirituales y materiales. Consciente de la dignidad de la persona,
hace, hace su proyecto para la educación de la juventud y niños/as más
desfavorecidos.
“Nada es tan grande e importante como la educación de la
juventud”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario